El Océano Atlántico se caracteriza por tener siempre “disponible” un gran marisco y un exquisito pescado, para disfrutar en la mesa. No siempre es preciso tener que pasar por un buen restaurante o por uno de los maravillosos mercados de la zona, para hacerse con estos preciados trofeos gastronómicos.
Los aficionados a la pesca y al marisqueo, siempre están de enhorabuena en la costa próxima a Pedra do Ouro, por las grandes posibilidades que ofrece su océano.
Con los pertinentes permisos y licencias en regla, con el equipamiento adecuado, contando con los consejos de los expertos en cada especialidad, teniendo el respeto necesario por la naturaleza y sobre todo tomando las medidas de seguridad adecuadas, uno mismo puede recolectar tan preciados trofeos en las playas y acantilados de la zona.
Los amantes de la pesca del pulpo tienen sus opciones en los múltiples lugares que los rocosos acantilados les ofrecen como cobijo.
La pesca es practicada tanto en la playa como al abrigo del puerto, con diferente suerte. En esta ocasión no se dio mal y en poco menos de 2 horas, pescaron más de 20 caballas (9 de ellas mi hijo de 10 años).
Los conocidos y apreciados percebes, alcanzan en la zona de San Pedro de Moel, unos tamaños y concentraciones envidiados por otros lares. Su recolección no exenta de riesgos, debe ser siempre realizada con precaución y contando con las licencias adecuadas. Siempre que coma percebes, me acordaré de mi queridísima tita Mari.
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